"En lugar de recurrir a los antibióticos, utilizamos fotosensibilizadores, en su mayoría moléculas de tinte, que se excitan cuando se iluminan con luz. Entonces, los fotosensibilizadores convierten el oxígeno en especies reactivas de oxígeno que atacan a la bacteria", ha declarado Peng Zhang, autor del estudio.
Así, han diseñado un fotosensibilizador híbrido, que dispensa agua, y que incluye nanopartículas de metal noble decoradas con polímeros anfifílicos para atrapar los fotosensibilizadores moleculares.
De este modo, han demostrado que el nuevo fotosensibilizador es "mucho más eficaz" para matar una variedad de bacterias que las formulaciones químicas que no contienen partículas metálicas. Estas nanopartículas proporcionan dos beneficios, por un lado el metal tiene un efecto de mejora plasmónica que promueve la generación de especies de oxígeno más reactivas, mientras que también concentra los fotosensibilizadores en un solo lugar para un golpe más localizado a las células bacterianas.