Detectar el cáncer cuando todavía no ha provocado síntomas, con una simple muestra de sangre y sin falsos positivos. Esa es la promesa del nuevo test desarrollado por el equipo de Gonçalo Bernardes en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que permite identificar tumores sólidos en etapas muy tempranas con una fiabilidad del 78 % y una tasa de error del 0 %. El estudio ha sido publicado en la revista Nature Communications y ya se está validando clínicamente en Reino Unido, EE. UU. y China.
Un giro de enfoque: detectar la respuesta del sistema inmunitario
Frente a los métodos tradicionales que buscan marcadores tumorales directamente asociados al cáncer, esta prueba se centra en observar cómo reacciona el sistema inmunitario. “Nuestro enfoque se ha mostrado particularmente eficaz para detectar tumores en etapa temprana”, explica Bernardes, también catedrático en la Universidad de Cambridge y cofundador de la spin-off que comercializará el test, Proteotype Ltd.
La idea parte de una premisa conocida desde el siglo XIX: cuando aparecen células cancerosas, el sistema inmunitario reacciona antes incluso de que el tumor sea detectable. Esos cambios generan alteraciones en ciertas proteínas de la sangre. En vez de analizar los más de 5.000 compuestos presentes en el plasma humano, el equipo limitó el foco a cinco aminoácidos clave; lisina, triptófano, tirosina y dos tipos de cisteína. Para identificarlos, utilizaron reacciones fluorogénicas combinadas con herramientas de machine learning.
En una muestra de 170 pacientes, la técnica identificó con éxito el 78% de los cánceres y no generó ni un solo falso positivo. Según destaca Bernardes, el análisis no requiere equipamiento complejo: basta con reactivos comunes y una pequeña muestra de sangre. El diagnóstico se realiza en una plataforma digital actualmente en desarrollo.
Hacia una medicina de precisión
Más allá de la detección precoz, la tecnología también discrimina entre distintos tipos de cáncer y etapas de desarrollo. Incluso puede distinguir entre tumores y otras enfermedades con síntomas inmunológicos similares, como la covid-19.
Esa sensibilidad permite anticipar la eficacia de ciertos tratamientos oncológicos. En las pruebas realizadas, la plataforma predijo con un 100% de acierto qué pacientes no responderían a una terapia antimetastásica. Cuando estimó que sí habría respuesta, acertó en el 87% de los casos. Esto abre la puerta a una medicina de precisión basada en biomarcadores inmunitarios, personalizando tratamientos con mayor probabilidad de éxito.
Próximos pasos: validación clínica y comercialización
Pese a los buenos resultados iniciales, Bernardes subraya que será necesario ampliar la base de datos con más pacientes para completar la validación. Actualmente se están llevando a cabo estudios clínicos en Reino Unido (financiados por el sistema nacional de salud), así como ensayos en EE. UU. y China.
La empresa spin-off Proteotype Ltd., con sede en Cambridge, se encargará de llevar la tecnología al mercado. El proyecto ha contado con financiación pública y privada, procedente de organismos como la Fundação para a Ciência e a Tecnologia y el Social Sciences Data Lab de Portugal.