El informe muestra que la feminización de la profesión médica se produce "a pasos agigantados", según Cobo y que la evolución de los datos en los últimos años señala un avance "rotundo" en el cambio de proporción de hombres y mujeres en la colegiación. Desde 2011 a 2017 se han colegiado cinco veces más mujeres que hombres: 25.212 mujeres frente a 4.999 hombres.

Así, el porcentaje de médicas colegiadas es un 49,8 por ciento del total, mientras que los hombres colegiados son el 50,2 por ciento. Si se observa únicamente si el profesional está en activo, el porcentaje de mujeres se sitúa en 52,4 por ciento, un total de 115.502 profesionales, mientras que los médicos son un 47,6 por ciento o 105.965.

El vicepresidente primero de la OMC, Tomás Cobo, ha incidido en que brecha salarial no significa un sueldo menor, sino, "una serie de complementos a los que la mujer no puede optar por múltiples razones".

"Cuando en las jerarquías laborales hay una mayoría de hombres, afectan a los sistemas de asignación que suelen priorizar también a hombres. En la medida en que los puestos están masculinizados el complemento correspondiente lo reciben más los hombres que las mujeres", especifica el trabajo. Otro ejemplo es el embarazo de una profesional de la Medicina que deja de hacer guardias por este motivo, "un hecho biológico y natural que es la reproducción". "Es una cuestión social y de absoluta justicia", ha resumido Cobo.

Por comunidades autónomas, la más feminizada es Madrid, donde el porcentaje de mujeres médico alcanza un 58,1 por ciento, mientras que las más masculinizada es Melilla, donde los hombres constituyen un 64,3 por ciento.

Las mujeres también son más en las facultades de Medicina. En concreto, las alumnas han pasado de ser un 21,29 por ciento del total en el curso 1970/71 a representar un 50,86 por ciento en 1985/86 y un 66,3 por ciento en el curso 2016/17.

El informe destaca que aunque el acceso de las mujeres a la educación aumenta, el acceso a la docencia es limitado y lo es aún más a los puestos con mayor responsabilidad. El documento subraya que las mujeres ocupan menos del 7 % de las cátedras o menos y constituyen el 16 % del profesorado titular.

En cuanto al acceso a la profesión médica, el desempleo en este área es de solo el 2,1 %. Sin embargo, de este porcentaje, el 63,3 % son mujeres.

A la falta de medidas de conciliación hay que sumar la feminización de la precariedad laboral. En este sentido, el 57,4 % de las mujeres no tiene plaza en propiedad y trabaja mediante interinidades, mientras que en el caso de los hombres esto ocurre en un porcentaje del 42,6 %. Por especialidades, Pediatría es la que cuenta con más mujeres, con un 66,2 por ciento, mientras que cirugía cardiovascular es la que menos, con un 19,6 %.

Mientras que la representación femenina en los colegios profesionales médicos se sitúa en un 49,7 por ciento, sólo seis de ellas ocupan la presidencia de los colegios oficiales de médicos provinciales, mientras que el número de presidentes se sitúa en 46. Es decir, el 88,5 % de los que ocupan la presidencia y el 76,3 por ciento de quienes ostentan las vicepresidencias son hombres.

En las juntas directivas, hay un 36 % menos de mujeres que hombres. Además, cuanto más bajo es el rango del puesto, más mujeres pueden encontrarse. Si en las vicepresidencia primera hay 42 hombres y 13 mujeres, la cifra en secretaría y vicesecretaría es de 36 hombres frente a 15 mujeres y 29 frente a 21, respectivamente.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha aprobado un decálogo que exhibe su "postura pública sobre el respeto por el principio de igualdad entre mujeres y hombres en la profesión médica y se compromete a trabajar por su cumplimiento en todos los aspectos que afectan a la profesión", según el documento. El último punto de la propuesta informa de la creación de un Observatorio para la igualdad en la profesión médica.

"Llevamos más de 30 años en profesión médica y ya es hora de que se nos vea en puestos de responsabilidad; porque existen los techos de cristal; porque existe una feminización de la precariedad aparte de la brecha salarial; porque faltan políticas de conciliación; porque en los puestos directivos, los grupos heterogéneos trabajan mejor", ha apostillado la doctora Hurtado.