Este 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una fecha para concienciar a la población acerca de una de las principales causas detrás de la mayoría de enfermedades respiratorias y de tipos de cáncer como el de pulmón. En esta ocasión, asociaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han destacado la importancia de este día para recordar la necesidad de combatir un hábito, que en los últimos años ha incrementado su consumo.

Desde 2015, el tabaquismo en nuestro país ha aumentado un 3%. Una cifra que sitúa la población fumadora actual en un 34%. Por otra parte, desde ese año y en adelante, se ha reducido el número de campañas contra el tabaco, y de las medidas tomadas por los gobiernos y organismos institucionales para evitar el inicio de este consumo o para ayudar a personas que quieren abandonarlo.

En la actualidad, tan solo un 43% de la población española no ha fumado nunca, mientras que el 33,7% es exfumadora. Por otra parte, el 16,3% de los españoles fuma a diario, mientras que el 7%, es fumador ocasional, según un informe desarrollado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

Según la OMS, un 90% de los fumadores desconocen que fumar o beber aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. A lo largo de 2019, las estimaciones indican que se superarán los 22.000 diagnósticos de cáncer pulmonar en hombres, y los 7.000, en mujeres. Por último, la OMS destaca que el riesgo de muerte y de enfermedad cardiovascular aumenta al comenzar a fumar a una edad más temprana. Sobre todo, en aquellas personas que desarrollan este hábito a los 12 años.

Las ventajas de dejar de fumar se ven desde el primer día y pocas horas después de haber abandonado el consumo de tabaco. A los diez años de dejar este hábito, el riesgo de morir por un cáncer de pulmón se reduce a la mitad. Si este abandono se produce antes de los 40 años, descienden un 90% las posibilidades de muerte por enfermedades relacionadas con el tabaco.