Doña Letizia ha presidido en el Museo Reina Sofía el VII Foro Contra el Cáncer, centrado en los problemas no visibles de los pacientes y sus familias, y se ha implicado, al igual que la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, en la dramatización realizada por dos actores de la compañía de teatro 'La Rueda' sobre el día a día del entorno familiar de un enfermo.
Así, la Reina y la ministra han entrelazado sus manos junto a otros invitados, a petición de los actores, para simbolizar el apoyo de la sociedad que cada paciente y su familia necesitan tras un diagnóstico, como es el caso del personaje Mari Luz, esposa de un enfermo, que en esta teatralización sirve para trasladar al público el alcance de la soledad cotidiana de los afectados.
Al clausurar el foro, doña Letizia, presidente de honor de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), ha reconocido verse reflejada en la incomodidad que, como Mari Luz, a veces sienten quienes están cerca de una persona enferma y nunca saben cuándo es el mejor momento para llamarla o si será conveniente "ir al cine antes del siguiente ciclo de quimioterapia" o "dejarla tranquila".
Una situación que ella misma ha vivido después de que una persona "que quiero muchísimo" fuera diagnosticada hace cinco semanas de "un cáncer complicado", según ha desvelado, antes de insistir en la importancia de que los distintos profesionales implicados en el tratamiento del cáncer aborden la enfermedad desde "una perspectiva multidisciplinar" en los ámbitos médico, clínico y hospitalario.
Antes de la celebración del foro, la AECC ha dado a conocer los resultados del estudio del Observatorio de Cáncer sobre "el impacto económico del cáncer en las familias en España", del que se desprende que cerca de 25.000 personas con cáncer se encuentran cada año en riesgo de exclusión social a causa de la enfermedad.
El estudio refleja que la situación de exclusión social afecta a las familias que ven mermados sus ingresos por culpa de la aparición del cáncer, así como durante toda la enfermedad, "hasta niveles de extrema vulnerabilidad".
La AECC recuerda que el cáncer es una de las patologías que requieren bajas laborales más largas y, como ejemplo, expone que el tumor de mama es la segunda causa de incapacidad temporal de más de doce meses, tan solo superada por la patología lumbar.
Por eso, el presidente de la asociación, Ignacio Muñoz, ha reclamado al Gobierno un Plan de Protección Integral para las Familias con Cáncer que adapte la normativa sobre incapacidad y bajas laborales a las secuelas, al tiempo que ha pedido a las empresas acciones para facilitar que los familiares puedan cuidar a los enfermos y los pacientes no vean disminuidos sus ingresos durante la baja.
La ministra de Sanidad, por su parte, ha "recogido el guante" lanzado por Muñoz y se ha comprometido a trabajar conjuntamente con la AECC en este sentido.
"Cuando el cáncer llega a nuestras vidas no avisa, sino que se atrinchera en nuestras familias y nos sacude como un tornado, poniéndonos a prueba a nivel social, psicológico y económico", ha reconocido Montserrat.
La ministra se ha referido a la "incertidumbre, el miedo, la inquietud y la culpa" que surgen tras el diagnóstico de un cáncer, que va acompañado por la preocupación por la evolución de la enfermedad, pero también por el bienestar emocional y económico de la familia del enfermo.
Tras recordar el aumento de las cifras de supervivencia del cáncer, que se sitúa en el 53%, y enumerar algunos de los avances en materia sanitaria y social, como la reducción de la jornada laboral al 50% para los padres de los niños hospitalizados, Montserrat ha subrayado que "una sociedad sana es la que asume la enfermedad como propia".