"La pérdida de posición en ciencia y tecnología supone una importante disminución en la capacidad de modificar el modelo productivo", recuerda este instituto, que apunta que la inversión pública por investigador es "la más baja desde los años 80 del siglo pasado".

Para el Instituto de España, la "escasa inversión" y el aumento de la burocracia son dos de los problemas de la ciencia española, pero no solo. En este sentido, recuerda que la mayor parte de la investigación se hace en las universidades y para relanzar la I+D en España es necesaria su reforma, en concreto, la del sistema universitario de investigación.

Además, la inversión en I+D del sector privado es "muy débil", en consonancia con la ausencia de suficientes empresas de gran tamaño que son las que más invierten en este campo, y "los esfuerzos realizados para promover la investigación en el sector privado no han sido suficientes para acortar la brecha que nos separa de los países más avanzados".

Por eso, el Instituto de España, además de un incremento de la financiación de la I+D en general, pide facilitar el aumento de la I+D privada e incrementar el capital humano externo y de alta calidad en las universidades, mejorando su gobernanza y facilitando la reincorporación de científicos españoles en el extranjero.

También, la promoción de acciones que fomenten la visibilidad de la ciencia en la sociedad y la creación de un ministerio de ciencia con un ministro con capacidad de influencia dentro del Gobierno. Forman parte del Instituto de España diez reales academias, entre ellas la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Nacional de Medicina de España, Nacional de Farmacia y la de Ingeniería.