La mayor oxidación celular con el envejecimiento y la enfermedad pueden explicar por qué las personas mayores y enfermas se infectan más a menudo y de una forma más grave. Esto podría ser la clave para desbloquear nuevos tratamientos y terapias.

Para llevar a cabo el estudio, publicado en la revista 'Computational and Structural Biotechnology Journal', los investigadores analizaron las secuencias de proteínas disponibles del virus y los receptores de la célula huésped a través de diferentes especias para averiguar por qué. Vieron que una vez dentro de la célula anfitriona el virus secuestra la maquinaria metabólica de la célula para replicarse y propagarse.

Los autores de la investigación comprobaron que los animales susceptibles del virus, como los gatos y los perros, tienen algunas cosas en común con los humanos. Los tres tienen dos aminoácidos de cisteína que forman un enlace disulfuro especial que se mantiene unido por un entorno celular oxidante. Este enlace crea un ancla para el virus.

En cambio, en los animales resistentes al virus, como los cerdos y las vacas, falta uno de estos dos aminoácidos de cisteína y no se puede formar el enlace disulfuro. El resultado es que el virus no puede anclarse a una célula.

Evitar que se forme el ancla podría ser la clave para desbloquear nuestros tratamientos para la Covid-19. Esta estrategia, según sugieren los investigadores, podría interrumpir el ambiente oxidante que mantiene los enlaces de disulfuro.

Los autores de esta investigación señalan que la tecnología CRISPR podría utilizarse para editar secuencias de proteínas y probar su teoría. Además, están investigando otras proteínas cercanas al recpetor ACE2, que podrían facilitar la entrada del virus para ver si se comportan de la misma manera.