"Dejar de fumar es la decisión más saludable que se puede tomar en cualquier momento de la vida", afirma el Dr. Juan Antonio Riesco, coordinador del Año SEPAR 2016 de la EPOC y el tabaco, "esta decisión, cuya motivación es diferente para cada fumador, debe ir acompañada de la ayuda de los profesionales sanitarios para incrementar sus posibilidades de éxito".

Se calcula que hasta el 70% de los fumadores desean dejar de fumar, y de éstos sólo un 18%, 2 de cada 10 fumadores, pide ayuda profesional para dejar de fumar.  De cada 100 fumadores que realizan un intento de abandono por sí mismo, sólo un 5% lo consigue, pero si este intento se acompaña de la adecuada valoración diagnóstica y terapéutica de un profesional, las posibilidades de éxito pueden multiplicarse por diez.

En el caso de las personas con enfermedades respiratorias crónicas y especialmente para los pacientes con EPOC, dejar de fumar debe ser una decisión prioritaria pues es fundamental para frenar el deterioro de su función pulmonar y mantener su calidad de vida.

Sin embargo, estudios diseñados para ver la evaluación de tratamientos farmacológicos en la EPOC constatan la elevada prevalencia del tabaquismo en pacientes ya diagnosticados de EPOC, y que oscila entre el 38% y el 77%.