La principal investigadora de este importante estudio, Marta Cascante, ha explicado, que la piel de las aceitunas, actualmente, no tiene aprovechamiento y que ella siempre ha pensado "que debía hacer algo para ayudar a las personas que tienen tendencia a generar pólipos intestinales en el colon y el recto". 

El estudio de Cascante, que fue galardonado el pasado jueves con el premio del Consejo Social y Fundación Bosch i Gimpera (FBG) en la categoría Antoni Caparrós al mejor proyecto de transferencia de conocimiento, está encaminado a desarrollar un suplemento alimenticio para las personas afectadas. 

Este suplemento, de carácter natural por estar elaborado con los desechos de las aceitunas que quedan tras la producción de aceite, ayudará a reducir los tumores intestinales además de "generar un valor aprovechando los residuos de la industria alimentaria", ha augurado Cascante. 

Por otro  lado, la investigadora  ha argumentado la importancia de elaborar un producto de este tipo porque las personas que sufren estos pólipos intestinales tienen que someterse durante toda su vida a controles muy exhaustivos y a varias extracciones de pólipos para evitar que se transformen en tumores.

De momento, esta investigación ha sido probada solo en ratones, a los que se les suministró durante seis semanas, el compuesto de pieles de aceituna para comprobar si la reducción de los pólipos intestinales era efectiva, con lo que se ha podido demostrar una reducción del 45%. 

Así, este proyecto está preparado para pasar a una fase de ensayo clínico, en manos de la empresa Biomaslínic y de otras empresas de su entorno, que han sido los que han aportado una mayor financiación al proyecto de Marta Cascante.