Distintos estudios preclínicos ya habían probado la efectividad del grafeno a la hora de estimular la cicatrización de heridas cutáneas. Sin embargo, ahora una nueva investigación ha conseguido adaptar este material a un dispositivo que podría usarse para monitorizar el estado de heridas crónicas.

De esta forma, se reducirían los costes de una terapia que puede resultar bastante cara, y se lograría un diagnóstico mucho más efectivo. Sobre todo, puesto que este tipo de heridas de larga duración y con gran dificultad para sanar suelen aparecer en personas mayores. A través de úlceras por presión o en las piernas. Aunque también se trata de una patología frecuente en personas diabéticas.

De esta forma, desde el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) se ha creado una especie de parche de grafeno ultraflexible, capaz de adaptarse a cualquier parte del cuerpo. El apósito cuenta además con un pequeño chip que posibilita la conexión inalámbrica con cualquier dispositivo móvil a través de aplicación.

Además, una vez analizada, la información se transmite a un hospital, donde puede efectuarse un diagnóstico mucho más preciso y procederse a la evaluación por parte de especialistas. Este dispositivo, que no solo no influiría en la cicatrización de la herida, sino que lograría acelerar el proceso, resultaría imprescindible para la detección temprana de infecciones.