Los complejos vitamínicos han sido, junto a los materiales de protección como mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos, los productos más demandados en las farmacias durante la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, según el análisis 'Tendencias Cofares sobre la venta de productos sanitarios en las farmacias españolas durante los primeros cinco meses del año.
El primer trimestre de 2020 ha estado marcado por la llegada de la pandemia del coronavirus, después de que las autoridades chinas confirmaran sus existencia el 7 de enero.
Durante el periodo previo al estado de alarma, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó un lavado de manos frecuente con agua y jabón o con gel hidroalcohólico.
Aunque al principio la mascarilla no fue considerada necesaria para personas sin síntomas, ya se convirtió en un producto muy demandado.
Tanto fue así que entre el 1 de enero y el 14 de marzo aumentó un 125 % el reclamo de productos destinados a la protección del coronavirus (mascarillas, guantes y termómetros).
En el primer mes de confinamento, del 15 de marzo al 15 de abril, la demanda de mascarillas guantes y geles experimentó un crecimiento desorbitado.
Los productos destinados a la protección del Covid-19 aumentaron un 420,7%, es decir, 590.000 unidades más respecto a 2019. La venta de mascarillas, guantes y geles aumentó un 1.335,4% respecto al mismo periodo del año anterior.
Además, durante del 15 de marzo al 15 de abril se produjo un importante aumento de la demanda de suplementos vitamínicos (+35%), lo que se relaciona con una mayor preocupación por la salud y la prevención, así como con la falta de sol por la obligación de permanecer confinados.
Los suplementos vitamínicos más demandado fueron aquellos con vitaminas A, B6,B12, Cy D, que refuerzan el sistema inmunológico.
La fase de la desescalada, de 16 de abril al 30 de mayo, estuvo marcada por la progresiva salida al exterior por parte de la población española y la venta de complejos vitamínicos siguió creciendo, pero de forma más atenuada (6,92%).
El confinamiento también trajo consigo una reducción de la demanda de productos solares.
