El 6,7% de la población española sufre ansiedad y depresión. Unas cifras que reafirman la necesidad de poner el foco en la salud mental, especialmente tras la pandemia de la COVID-19. En este contexto, desde el pasado viernes España cuenta con una nueva Estrategia de Salud Mental 2022-2026.

Un plan presentado por el Ministerio de Sanidad con el aval del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), en el que están representadas las comunidades autónomas, y al que el Consejo de Ministros ya ha dado luz verde. Entre los principales aspectos que recoge la Estrategia de Salud Mental 2022-2026, que no se renovaba desde el año 2009, se encuentra el Plan de Acción en Salud Mental y COVID-19, dotado con un presupuesto de 100 millones de euros para los próximos 3 años.

La Estrategia se estructura en tres grandes líneas de actuación:

  • el desarrollo de servicios sanitarios digitales orientados a las personas, a las organizaciones y a los procesos que integran el sistema de protección de la salud;
  • la generalización de la interoperabilidad de la información sanitaria;
  • y el impulso a la analítica de datos relacionados con la salud y el sistema sanitario.

Esta nueva línea de actuación pone el foco en dos aspectos fundamentales: la infancia y juventud y el suicidio. Por una parte, la Estrategia incorpora la especialidad de psiquiatría infantil y adolescente a la Formación Sanitaria Especializada. Además, impulsa la creación de un teléfono de información 24 horas, gratuito y confidencial, de atención profesional y apoyo ante la conducta suicida, con capacidad de derivación rápida a los servicios de emergencia correspondientes ante una situación de crisis.