El USPSTF ha actualizado sus recomendaciones de 2012 para el cribado del cáncer cervicouterino y muestran un método de detección que no incluye la prueba de Papanicolaou. Concretamente, aconsejan que las mujeres de entre 21 y 29 años se realicen exámenes de detección de cáncer de cuello uterino cada tres años con la prueba de Papanicolaou. Esto se mantiene sin cambios desde 2012.

Sin embargo, para las mujeres de 30 a 65 años sugiere que el cribado se realice con la prueba primaria de alto riesgo del virus del papiloma humano cada cinco años. Como alternativa, también recomiendan ambas pruebas cada tres años.

En 2012, la novedad fue que a las mujeres de 30 a 65 años se les dio la opción, por primera vez, a someterse a un cribado con la prueba del papiloma, sin Papanicolaou, cada cinco años.

Las nuevas recomendaciones también reconocen que la prueba conjunta es ligeramente mejor que la prueba primaria de papiloma en la detección de lesiones precancerosas, pero se asocia con un aumento de las pruebas y los procedimientos de diagnóstico que puede no beneficiar al paciente y tener altos costes para el sistema médico.

Las pruebas de Papanicolaou detectan cambios en las células del cuello uterino que podrían indicar la presencia de precáncer o cáncer, mientras que las pruebas del VPH detectan el material genético o el ADN de los tipos de alto riesgo en las muestras de cuello uterino.