La investigación recoge que, entre estos dos periodos, la supervivencia a cinco años aumentó un 3,3 % en hombres y un 2,5% en mujeres.

Las mejoras en la supervivencia para la mayoría de los tipos de cáncer podrían estar relacionadas con factores muy diversos, incluido un diagnóstico precoz y mejores opciones de tratamiento, según afirman los autores de este trabajo.

El estudio ha analizado datos de más de 600.000 pacientes con un cáncer primario diagnosticados entre 2002 y 2013 con un seguimiento hasta 2015 de más de 29 tipos de cáncer.

Esta publicación actualiza una investigación previa, llevada a cabo por REDECAN, pero con seis años adicionales y más cobertura, porque analiza más registros de cáncer del 26% de la población española.

La supervivencia neta a los cinco años tras el diagnóstico fue mayor en mujeres (61,7%) que en hombres (55,3%). Además, se han detectado diferencias según el tipo de cáncer, dándose mejores expectativas de supervivencia a cinco años en las mujeres con cáncer detiroides y en hombres con cáncer de próstata, frente a la menor supervivencia encáncer de páncreas en mujeres y hombres.

La leucemia mieloide crónica y el mieloma fueron los tipos de cáncer que mostraron los mayores aumentos en la supervivencia, un incremento que podría deberse principalmente a la mejora en los tratamientos.

Entre las neoplasias malignas más frecuentes, los mayores incrementos absolutos de supervivencia se observaron en los cánceres de colon y recto, posiblemente por avances en el diagnóstico temprano y mejora en el manejo de los pacientes.

También se ha observado un aumento de supervivencia en el cáncer de mamay un buen pronóstico en los cánceres de tiroides, próstata, testículo, melanoma cutáneo y linfoma de Hodgkin. Todos ellos con una supervivencia a cinco años superior al 80%. Otros cánceres como el colon, recto, vejiga o útero también presentan un buen pronóstico, situándose la supervivencia a cinco años entre el 60 y el 79%.

Sin embargo, los cánceres de páncreas, esófago, pulmón e hígado presentaron expectativas a cinco años por debajo del 20%, aunque con mejoría entre los dos periodos, debido a los avances en el diagnóstico y los tratamientos.

En cuanto a estos cánceres con peor pronóstico, los autores destacan la necesidad de fortalecer la prevención y el diagnóstico precoz.