La sepsis es una dolencia crítica que se produce cuando el cuerpo, como respuesta a una infección, genera otra respuesta inflamatoria que, en los casos más graves, provoca un fallo agudo de otros órganos que no necesariamente estaban relacionados con la infección original, causando un shock o fallo multiorgánico que, en un número elevado de casos, acaba en la muerte.

Asimismo, es una enfermedad tiempo dependiente, en la que los casos de éxito están directamente relacionados con la rapidez con la que se instaura el tratamiento. Así, "debe tratarse como una emergencia, porque cada retraso en la administración de antimicrobianos y otras medidas apropiadas aumenta la tasa de mortalidad por hora", ha explicado Ricard Ferrer, vicepresidente de la SEMICYUC.

Los expertos recomiendan la puesta en marcha de las medidas propuestas recientemente por la Surviving Sepsis Campaign para reducir el número de casos.

Los estudios muestran que los pacientes tratados de forma adecuada la primera hora sobreviven en un 80% de los casos incrementándose la mortalidad hasta el 15-20% a partir de las doce primeras horas.