Su estudio “Medicina Personalizada en Oncología: Utilización de la Biopsia Líquida como elemento fundamental en el desarrollo de un nuevo modelo de conocimiento y utilidad en pacientes con cáncer de pulmón” ha sido reconocido por parte de todos los académicos de la Real Academia durante la apertura del curso inaugural.

En su trabajo se propone investigar y determinar un método no invasivo basado en la biopsia líquida y el análisis masivo de datos para establecer una correlación más precisa entre la propagación tumoral, el pronóstico y la respuesta al tratamiento. “Para el seguimiento del tumor por biopsia líquida es necesario tener identificada previamente una mutación propia del tumor que presenta el 40% de los pacientes por lo que el otro 60% no puede beneficiarse de esta técnica”, ha explicado. Por ello, el doctor Provencio y su equipo han diseñado un panel de genes que se extiende más allá de los que se analizan de forma rutinaria, para poder identificar mutaciones específicas del tumor en estos pacientes y ampliar así el número de individuos que se podrían beneficiar.

En la actualidad, ningún método diagnóstico o factores pronósticos clínicos han identificado completamente la presencia de micrometástasis que en las primeras etapas contribuyen a la recaída después de cirugías agresivas, o no identifican la resistencia a los tratamientos lo suficientemente temprano para evitar toxicidades innecesarias o agregar información sobre la heterogeneidad intrínseca de cada tumor y cada paciente en particular.

“La capacidad de un médico para detectar biomarcadores terapéuticos en una etapa temprana permitiría un cambio potencialmente exitoso en el curso del tratamiento”, ha apuntado. “La medicina personalizada debe llegar rápidamente a los pacientes con todos sus beneficios potenciales. Para tener éxito, no es suficiente identificar biomarcadores para establecer terapias dirigidas. Es necesario detectar con precisión la enfermedad metastásica invisible en estadios localizados, considerar la heterogeneidad tumoral y su evolución temporal, detectar precozmente las resistencias y toxicidades y, en última instancia, ser capaces de predecir adecuadamente la evolución, la respuesta al tratamiento y el pronóstico para ajustar el plan terapéutico para cada paciente”, ha afirmado. De hecho, uno de los objetivos de este estudio es la validación clínica de la biopsia líquida para que forme parte de la práctica clínica diaria.

Este premio le convierte automáticamente en Académico Correspondiente siguiendo los pasos de dos oncólogos que le precedieron: el Dr. Eduardo Díaz Rubio, que ocupa el sillón 37 correspondiente a Oncología, y el Dr. González Barrón. Se trata pues de la tercera ocasión en la que un oncólogo accede, en esta categoría, a esta prestigiosa institución formada por los principales especialistas de nuestro país.