Este hallazgo ha sido posible gracias al trabajo del investigador Alberto Bueno-Costa, que forma parte del equipo del doctor Manel Esteller, supervisor del estudio y director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, investigador ICREA y catedrático de la Universidad de Barcelona.

Para esquivar la eficacia de los fármacos, los tumores humanos cambian de aspecto y se convierten en otro cáncer similar pero insensible al medicamento usado. Sabiendo esto, los investigadores quisieron conocer más sobre las vías moleculares implicadas en estas metamorfosis celulares y estudiaron un modelo in vitro donde una leucemia se transforma en una célula inofensiva, llamada macrófago.

Los resultados experimentales mostraron que esta vuelta atrás de la célula maligna implica un cambio profundo en las modificaciones químicas que sufren los ARN mensajeros, los transportadores que ayudan a que se formen las proteínas. En concreto, los cambios afectan a la distribución de una señal epigenética llamada adenina metilada.

Esta modificación en la acentuación química de estas moléculas provoca inestabilidad de las proteínas que definen la leucemia y, en cambio, favorecen la aparición de proteínas diferenciadas de la célula normal que va naciendo, el macrófago.

El desarrollo de nuevas estrategias es positivo para los miles de pacientes diagnosticados cada año con enfermedades hematológicas. Quizás, a medio plazo, convertir las células leucémicas en células normales se podrá convertir en un arsenal contra el cáncer.