El equipo de investigación encabezado por Ezequiel Monferrer, becado predoctoral de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Valencia, ha dado un paso más para mejorar el abordaje de uno de los cánceres pediátricos más frecuente y agresivo, como es el neuroblastoma.

En la primera fase del estudio, científicos del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA han detectado que la rigidez del entorno que rodea a las células tumorales aumenta la agresividad del neuroblastoma en los niños. “Estamos muy contentos por este nuevo hallazgo de uno de nuestros becados, puesto que supone un avance significativo porque permitirá desarrollar ensayos terapéuticos que se centren en la rigidez del entorno, así como posibles tratamientos en esta línea”, señala el doctor Antonio Llombart, presidente del Comité Técnico de la Asociación Española Contra el Cáncer de Valencia.

Para analizar la relación entre el entorno y el comportamiento del tumor, los investigadores del INCLIVA han creado cultivos 3D basados en hidrogeles con distintos niveles de rigidez. Gracias a estos cultivos 3D y complejas imágenes digitales microscópicas, se ha comprobado que las células tumorales tienen un comportamiento más agresivo cuanto más rígido es el entorno que las rodea.

Así, como se recopila en las conclusiones de esta primera fase de la investigación, y que han sido publicadas en la revista Scientific Reports, el grupo de investigación propone modificar el entorno tumoral y disminuir su rigidez como una posible vía para reducir la agresividad de este tipo de cáncer.