Las elevadas temperaturas estivales y la humedad intensifican este problema. Durante esta época, el sudor y ciertos hábitos poco recomendables contribuyen al aumento de las infecciones urinarias. Por esta razón, es crucial mantener la zona genital lo más seca posible y usar ropa interior de tejidos naturales, como el algodón, que permite una mejor transpiración.
Prevención y tratamiento
Para prevenir estas infecciones, se recomienda una ingesta abundante de agua, frutas, y verduras, que ayudan a mantener el sistema urinario limpio. Al primer signo de cistitis, es vital actuar rápidamente, bebiendo mucha agua y aplicando calor en la zona para aliviar el malestar. Los síntomas comunes incluyen un aumento en la frecuencia de micciones, escozor al orinar, y una sensación constante de necesidad de vaciar la vejiga, a pesar de que sale muy poca orina.
Si los síntomas persisten o empeoran, es necesario acudir a urgencias, donde un médico evaluará si es necesario iniciar un tratamiento antibiótico. Si la infección se extiende al riñón, puede causar fiebre alta, escalofríos, y dolor en la zona lumbar, lo que requiere atención médica inmediata.
El papel de los arándanos y frutos rojos
Los arándanos y otros frutos rojos han demostrado ser efectivos en la prevención de infecciones urinarias. Estos alimentos contienen compuestos que impiden que las bacterias se adhieran a las paredes de la vejiga, reduciendo así la probabilidad de que se produzca una infección. Mantener una buena hidratación, una correcta higiene y una alimentación rica en frutos rojos son claves para minimizar el riesgo de infecciones urinarias durante el verano.