Los expertos han desarrollado una aplicación mejorada de la técnica 'CRISPR' para buscar los conductores de glioblastoma, o tumor cerebral en ratones vivos.

Evaluaron el impacto de las mutaciones en más de 1.500 combinaciones genéticas y encontraron múltiples combinaciones que podrían causar el cáncer, además de dos mutaciones que podrían hacer que los tumores fueran resistentes a la quimioterapia, lo que podría ayudar a los médicos a personalizar los tratamientos existentes.

Finalmente, los investigadores han detallado que su descubrimiento puede servir también para determinar qué fármacos actuales tienen más probabilidades de ofrecer un efecto terapéutico a los pacientes.