Los esfuerzos de los países por alcanzar los objetivos regionales, fijados para el control de la hepatitis B, han hecho posible que "Europa esté cerca de eliminar la hepatitis vírica como amenaza para la salud pública para 2030", según ha confirmado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado.
El organismo sanitario de Naciones Unidas ha anunciado el control de la hepatitis B por parte de Bielorrusia, Kirguistán, Turkmenistán y Uzbekistán, gracias a la cobertura de la vacunación para la dosis de nacimiento contra la hepatitis B y las dosis posteriores, junto con las medidas adicionales para prevenir la transmisión de madre a hijo.
Estos países se han sumado a Georgia, Italia, Países Bajos, Moldavia y Reino Unido, que alcanzaron los objetivos de control de la hepatitis B entre 2021 y 2022.
La OMS también ha aplaudido el compromiso y la dedicación de los programas de inmunización de todos los países para lograr un alto nivel de protección contra la hepatitis B y sus consecuencias a largo plazo, incluido el cáncer de hígado.