La forma en la que vemos la televisión podría indicar nuestro riesgo de glaucoma, la principal causa de ceguera en el mundo. Con una estimación de medio millón de personas en Reino Unido que viven con glaucoma no diagnosticado, la investigación podría ayudar a acelerar el diagnóstico, lo que permitiría a los médicos identificar la enfermedad antes y posibilitar el inicio del tratamiento con anterioridad a que se produzca un daño permanente.

El glaucoma, que afecta a alrededor de 65 millones de personas en todo el mundo, se caracterizan por generar un daño en el nervio óptico secundario provocado, en un alto porcentaje de los casos, por un aumento de la presión intraocular (PIO). Esta presión intraocular depende de la relación entre la producción y la eliminación del humor acuoso, un líquido que nutre las estructuras oculares de la cámara anterior del ojo (córnea y cristalino). El deterioro progresivo de las fibras del nervio óptico suele conducir a la pérdida del campo visual y, en los casos más graves, a la ceguera.  

Sin embargo, lo que hace al glaucoma peligroso es que este tipo de pérdida de visión puede ser sutil al principio, de forma que los afectados, a menudo, no saben que están perdiendo visión periférica. Por desgracia, conforme el glaucoma empeora, se desentrañan estos mecanismos perceptivos compensatorios que conducen a pérdida de visión notable, deficiencia visual y, en algunos, casos ceguera. La condición es irreversible.

El equipo, dirigido por el profesor David Crabb, junto con los doctores Nicholas Smith y Haogang Zhu, comparó un grupo de 32 personas de edad avanzada con visión saludable con 44 pacientes con diagnóstico clínico de glaucoma. Ambos grupos de individuos fueron sometidos a exámenes estándar de la vista y se midió la gravedad de la enfermedad en el grupo con los diagnósticos clínicos.

A continuación, se mostró a los participantes tres secuencias de televisión y de cine sin modificar en un ordenador, mientras un dispositivo de seguimiento ocular registraba todos los movimientos de los ojos y, en particular, la dirección. Entonces, los científicos emplearon estos datos para crear mapas detallados que permitieron el diagnóstico del glaucoma, como se detalla en 'Frontiers in Aging Neuroscience'.

"Estos son los primeros resultados pero hemos visto que podemos identificar a los pacientes con glaucoma controlando por cómo ven la televisión", afirma David Crabb, profesor de Estadística e investigador en temas de visión. "El diagnóstico y el tratamiento temprano pueden impedir que la gente pierda la vista, así que estamos muy contentos de que este estudio del movimiento ocular abra la puerta al desarrollo de una nueva prueba clínica para el glaucoma", añade Dolores M. Conroy, directora de Investigación de 'Fight for Sight'.