Un equipo de investigadores del 'University College de Londres', en Reino Unido; la Universidad de Lausana, en Suiza, y la Universidad de Oxford, en Reino Unido, intentaron comprobar si la educación es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades coronarias.

Los científicos analizaron 162 variantes genéticas que están vinculadas con años de escolaridad de 543.733 hombres y mujeres al azar. Los autores hallaron que la predisposición genética hacía pasar más tiempo en la educación se vinculó con un menor riesgo de enfermedad coronaria. En concreto, se prevé que 3,6 años de educación adicional, similar a un título universitario de pregrado, se traducen en una reducción de un tercio en el riesgo de enfermedad coronaria.

Ésta predisposición genética da pasar más tiempo en la educación, también se relacionó con menor probabilidad de fumar, menor índice de masa corporal (IMC) y un perfil de grasa en sangre más favorable, lo que podría explicar parte de esa asociación entre la educación y la enfermedad coronaria.

Tras un análisis de sensibilidad adicional, los resultados se mantuvieron, y están en consonancia con los resultados de otros estudios y el efecto de elevar la edad mínima de salir de la escuela. Pero el estudio tiene algunas limitaciones, como por ejemplo que no se entiende al completo cómo variantes genéticas causan cambios en la duración del tiempo dedicado a la educación, y esto podría haber introducido sesgos.

Por el momento, el estudio afirma que aumentar el número de años que las personas pasan en el sistema educativo puede reducir su riesgo de desarrollar posteriormente enfermedad coronaria en un grado sustancial