Para realizar el estudio, los científicos analizaron datos de más de 31.000 pacientes que tuvieron un seguimiento de 12 años, como parte de la Encuesta Nacional de Salud y Examen (NHANES). Gracias a ellos, encontraron que la linfopenia, una afección caracterizada por niveles bajos de un tipo específico de glóbulos blancos, los linfocitos, está asociada con la muerte por enfermedades cardíacas, cáncer e infecciones respiratorias.

A pesar de que esta relación es independiente de la edad, a otros marcadores inmunes a base de sangre y a factores de riesgo clínico, la fuerza de asociación aumenta cuando los niveles bajos de linfocitos se presentan en combinación con otras anormalidades de la sangre, incluido el ancho de distribución elevado de glóbulos rojos y los niveles de proteína C reactiva, un indicador de inflamación.

Un ejemplo de los resultados fue que, una persona de 65 años con un perfil de alto riesgo basado en tres indicadores inmunes: recuento de linfocitos, amplitud de distribución de glóbulos rojos y niveles de proteína C reactiva, tenía mayor riesgo de mortalidad que alguien que era diez años mayor con perfil de bajo riesgo.

Sin embargo, aunque estos hallazgos son importantes para posteriores investigaciones, el grupo de científicos considera necesaria una investigación adicional para comprender los procesos biológicos que vinculan estos marcadores con la enfermedad en cuestión y, así, buscar nuevos objetivos terapéuticos.