Los riñones pueden fallar por diversas causas, siendo las más comunes la diabetes, la presión arterial alta, la sobredosis de drogas y las lesiones físicas. A menudo, se emplea la diálisis renal como un tratamiento, pero la mejor solución a largo plazo es el trasplante, por lo general de un donante fallecido recientemente.

Las tasas de enfermedad renal crónica varían considerablemente en toda Europa, desde el 3 al 17% de la población, y van en aumento. La demanda de los riñones casi siempre supera la posible oferta y cada país gestiona los trasplantes de manera diferente. Ahora, un nuevo estudio ha mostrado diferencias significativas en el número de riñones de donantes disponibles en cada país.

El doctor Víctor Díez Nicolás, miembro asociado de la Sociedad Europea de Trasplante de Urología presentará los resultados de esta encuesta dirigida por ESTU sobre los índices de donación renal y tasas de trasplante de riñón en toda Europa para el año 2014.

Así, al comparar los datos de una serie de registros, los expertos han encontrado variaciones entre países.

Por ejemplo, detectaron las siguientes tasas de donantes fallecidos por millón de población en 2004: 35,7 en España; 35,1 en Croacia; 27,3 en Portugal; 25,3 en Francia; 22,7 en Italia; 20,6 en Reino Unido; 16,8 en Países Bajos; 15,5 en Polonia; 14,3 en Suiza; 10,4 en Alemania; 4,2 en Grecia, y 3,3 en Rusia.

"Las circunstancias en los países son muy diferentes, pero básicamente depende de dos factores, la sensibilidad social y la legislación. La mayoría de los órganos para trasplante proceden de donantes con muerte cerebral, pero cada país gestiona la disponibilidad de órganos de forma diferente. En España, por ejemplo, cada ciudadano es un potencial donante a menos que decline seguir el esquema de trasplante, mientras que en Alemania hay un plan de autorización. 

Algunos países también permiten la donación de donantes vivos, o de personas cuyos corazones se han detenido. El número de órganos de ambas fuentes ha ido en aumento", describe Díez Nicolás.