El estudio 'Perfil tecnológico hospitalario y propuestas para la renovación de tecnologías sanitarias', elaborado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) ha analizado el nivel de obsolescencia de 13 familias de tecnología sanitaria, tanto de hospitales públicos como privados de prácticamente todas las comunidades autónomas. A 31 de diciembre de 2018 había un preocupante deterioro de la tecnología española por la obsolescencia.

Para calcular esa obsolescencia se han basado en el criterio europeo, que señala que el 60 % de los equipos instalados en un centro deben tener menos de cinco años, el 30 % entre 6 y 10 y se limita a un máximo del 10% la tecnología con más de 10 años.

En España, el 50% del equipamiento tecnológico supera la década, una situación que se agrava en los equipos de terapia del calor (72%), soporte vital (61 %), monitorización (55%), resonancias magnéticas (44%) y mamógrafos (41%).

En los equipos de tomografía computarizada (TAC), el 35% tiene menos de cinco años, el 31 % de cinco a diez años y el 34 % más de una década, lo que sitúa a España en el penúltimo lugar de los países de la Unión Europea. Lo mismo ocurre con las resonancias magnéticas con el 44 % de equipos con más de diez años.

En la actualidad hay equipos que están emitiendo radiaciones más elevadas de lo que sería necesario y aportan mucha menos información de la que podría proporcionar un modelo de última generación, especialmente a lo que se refiere al área del diagnóstico por imagen.

Ante este panorama se ha puesto sobre la mesa la necesidad de elaborar, de forma conjunta, un plan estructural específico que aborde la situación, con unos presupuestos y con garantías de que se involucren los ministerios de Sanidad y Hacienda, así como todas las comunidades autónomas.

Además, se ha propuesto a la Administración Central y Autonómica llevar a cabo planes de renovación de tecnología sanitaria estructural.

También se aboga por designar y reforzar las funciones del responsable de vigilancia en los centros sanitarios con un técnico especialista en cada centro con más de 200 camas. Por último se propone la formaicón continua de los profesionales.