El objetivo de 'Campanas por la salud' es cambiar la percepción sobre el cáncer, instalando campanas para que los pacientes con cáncer las toquen cuando su tratamiento haya finalizado para transmitir su alegría al resto de pacientes.

Estas campanas reducen la ansiedad que conlleva el tratamiento y es una nueva forma de compartir la felicidad de quien ha finalizado el tratamiento y a su vez, transmitir esperanza al resto de pacientes.

Cada campanada supone poner un punto y final a una etapa ya superada y dar comienzo a una nueva, llena de alegría que, además, aumenta la unión entre pacientes, acompañantes y personal sanitario.

'Músicos por la salud' ya han instalado campanas en algunos hospitales como el Hospital Royo Villanova de Zaragoza o El Hospital General de València pero la idea es que esta iniciativa llegue a todos los centros españoles.

 

Esta bonita iniciativa se desarrolla, también, en hospitales de todo el mundo. Es el caso de Alice, una niña de doce años que ha conseguido superar un cáncer de huesos. El Cambridge University Hospitals, donde estuvo ingresada tanto tiempo, publicó el emotivo momento de su despedida tocando con la campana en cuenta de Facebook.

Jimmy Spagnolo es otro ejemplo de superación. El pequeño fue diagnosticado de un tumor cerebral cuando tenía tan solo cuatro meses y tras seis largos de lucha, consiguió vencer a la enfermedad. Este es momento en el que toca la campana, repleto de alegría y felicidad, en el hospital Pittsburgh, Pensilvania:

La pequeña Piper Lyon tampoco quería irse del hospital Riley Children's Hospital, en Estados Unidos, sin tocar la campana de la victoria en señal de haber superado un cáncer.

La primera campana de la salud se instaló en 1996 en el centro MD Anderson de Houston cuando el almirante Irve Le Moyne, agradecido por haber finalizado su tratamiento de radioterapia, regaló la campana de bronce de su barco al centro hospitalario.

A partir de ese día los pacientes que querían celebrar que habían finalizado el tratamiento tocaban tres veces la campana como símbolo de alegría.

Se trata de un pequeño gesto que puede ayudar, y mucho, a muchas personas que han superado una enfermedad como esta o que siguen luchando.