Este 21 de junio se conmemora el Día Mundial de la ELA, una enfermedad de las consideradas raras, pese a que, solo en nuestro país, afecte a unas 3.000 personas, y cada año se detecten casi 1.000 nuevos casos. A esto, la Sociedad Española de Neurología (SEN) añade el alto riesgo de mortalidad de los afectados por la ELA, de los que la mitad fallecen en menos de 3 años desde su diagnóstico, un 80%, lo hacen antes de los cinco años del diagnóstico, y casi el 100% de los afectados no logran superar los 10 años.

El desconocimiento que en la actualidad aún existe en torno a la Esclerosis Lateral Amiotrófica, provoca que su diagnóstico se sitúe en unos doce meses, un retraso que en muchos casos puede llegar a suponer una detección después de dos, o incluso tres años, como señalan desde la Sociedad Española de Neurología.

Este retraso se centra en los síntomas de la enfermedad, que pueden ser distintos en cada paciente, y no aparecen al mismo tiempo. Una dificultad que en casos puede suponer que se confunda el diagnóstico de ELA con el de otras enfermedades. En cuanto a factores determinantes más frecuentes para el desarrollo de ELA, destacan el hábito de fumar, haber padecido alguna infección viral, o haber estado expuesto a sustancias nocivas como metales pesados o pesticidas. No obstante, muchos de estos factores estarían aún por determinar, así como la combinación de algunos de ellos.