El estudio intenta familiarizar sobre esta técnica como estrategia terapéutica menos invasiva, que ofrece prometedores resultados reproductivos, obtenidos mediante fecundación in vitro tras la colocación del muelle.

En concreto, esta técnica se ha realizado en mujeres que presentan esterilidad derivada de hidrosalpinx, una alteración de las trompas de Falopio que produce su dilatación por acumulación de líquido en su interior.

Este líquido es tóxico y dificulta la implantación del embrión. Es una de las formas clínicas más severas como causa de esterilidad femenina y afecta a entre el 10 y el 30 % de los casos. Al colocar el implante en la trompa, ésta se obstruye y así se evita que el líquido acumulado pueda perjudicar al embrión.

Esta técnica se denomina Essure y se coloca en la consulta a través de una histeroscopia, un procedimiento "indoloro, seguro y rápido para las pacientes", según el estudio.

Se trata de un muelle expansible de 40 milímetros de longitud y 0,8 milímetros de diámetro plegado y 2 desplegado.

A nivel mundial más de 750.000 pacientes lo llevan implantado como método definitivo de anticoncepción, ya que su eficacia alcanza el 99,7 %.

Con esta técnica previa se ha conseguido una tasa de recién nacidos del 21 %. La tasa mundial es de un 20,5 %, ya que nacen 350.000 al año tras hacerse 1,5 millones de técnicas de reproducción.

La técnica supone un ahorro económico de en torno al 22 % respecto a las técnicas quirúrgicas convencionales, según el estudio.