Para analizar el volumen de las intervenciones cardíacas durante el estado de alarma, se ha llevado a cabo una encuesta telemática a 71 Servicios de Cardiología de las 17 comunidades autónomas donde se realizan procedimientos de código infarto.

Durante la semana del 16 al 22 de marzo, en comparación con la del 24 de febrero al 1 de marzo (antes del inicio de la pandemia), se apreció una caída del 57% de la realización de pruebas diagnosticas, un 48% menos de procedimientos terapéuticos coronarios, una reducción del 81% en las intervenciones de procedimientos estructurales, y un 40% menos de angioplastias primarias realizadas en casos de infarto agudo de miocardio.

Además, se ha contabilizado un leve incremento en el uso de trombosis (tratamiento del infarto con fármacos intravenosos), y se ha diagnosticado por Covid-19 en 17 cardiólogos intervencionistas.

Los datos del estudio sugieren que esta reducción producirá un incremento en la mortalidad cardiovascular a corto y largo plazo. Tanto de pacientes que presenten muerte súbita extrahospitalaria, como ruptura cardíaca o infartos extensos; cuadros médicos que se habían reducido en España a lo largo de la última década.

Las regiones donde se ha apreciado una mayor disminución de tratamientos para el IAM durante esta última semana han sido Extremadura (-85%), Castilla la Mancha (-67 %) y Andalucía y Asturias (-56 %).