El síndrome Asperger o TEA es un trastorno del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. Las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal e incluso, a veces, superior a la media.

A pesar de que este trastorno se manifiesta de diferente manera en cada individuo, este presenta dificultades comunes para todos en lo referido a la interacción social, especialmente personas con la misma edad. Dichas dificultades son las alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental, dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, y la interpretación de los sentimientos y emociones tanto ajenos como propios.

De modo que, el síndrome Asperger supone una discapacidad para entender el mundo de lo social, que da origen a comportamientos sociales inadecuados, proporcionando, a ellos y sus familiares, problemas en todos los ámbitos.

La Confederación Asperger España ha realizado un manifiesto en el que llama la atención sobre la alta incidencia del acoso escolar, bullying o maltrato, en ocasiones por manos de profesores, que los menores con este trastorno sufren en el colegio. Por ello, reclaman leyes de protección a estos colectivos, una mayor formación a los profesionales de la enseñanza y una mejor inclusión laboral efectiva, puesto que en la actualidad el 80% de los adultos se encuentra en desempleo.