La autoría de los artículos científicos es clave para el éxito en la carrera investigadora. Sin embargo, hasta ahora no se habían analizado las diferencias de género en este sentido, especialmente en lo relacionado a cómo se eligen los auores para la titularidad de los artículos y cómo se ordenan en la lista de participantes, que es la manera de reconocer las contribuciones al trabajo.

Un equipo internacional de científicos utilizó la web of Science de Clarivate Analytics para recopilar los datos sobre más de tres millones de investigadores que publicaron al menos un artículo junto a uno o más coautores entre 2011 y 2015.

Después, encuestaron a más de 103.000 investigadores de ciencias naturales, médicas, sociales, ingeniería, entre otros. La lista estaba formada por autores de países europeos, incluido España.

Los resultados desvelaron que los desacuerdos de autoría son comunes en la ciencia: en el 53,2% de los casos, ya sea en la denominación de los autores o en el orden de los mismos.

En general es el autor principal el que suele decidir. Los investigadores encontraron que las mujeres eran 1,21 veces más propensas a informar de discrepancias entre las firmas de las publicaciones y la relación de autores que deberían aparecer en ellas.

Además, las investigadoras tienen 1,38 veces más probabilidad que los hombres de sufrir disputas por la selección de los autores que se incluyen en las publicaciones de los estudios y 1,25 veces más probabilidades de estar en desacuerdo con sus colaboradores sobre el orden de los autores.

Asimismo, los autores del estudio observaron que las mujeres percibían más a menudo que sus contribuciones eran devaluadas. Ellas tendían a decir que recibían menos consideración por su trabajo de la que merecían, mientras que los hombres dijeron más a menudo que recibían más crédito del que se habían ganado.

Aunque varía según la materia, todas las disciplinas analizadas tuvieron sesgos de género.

"La transparencia en la autoría, al igual que los efectos de otras formas de remuneración, es esencial para lograr la equidad en la comunicación académica", apunta Chaoqun Ni, que participa en el estudio desde la Universidad de Wisconsin-Madison (EE UU).

"Lo más importante es educar y formar a los investigadores en las prácticas de autoría ética y hacer más transparentes los criterios", concluye la investigación.

Primera base de investigadoras y tecnólogas

Falta visibilidad del talento femenino. Por eso, laSexta, a través de Constantes y Vitales, y junto con la Fundación AXA, ha impulsado la creación de la primera base de datos de investigadoras, de la que ya forman parte más de 3.000 mujeres.