Los resultados del estudio abren una nueva oportunidad para usar fármacos ya existentes en el mercado que impidan la propagación de las células cancerosas, pero esto dependerá de las farmacias a las que lleguen.

Los investigadores tienen la intención de investigar qué tipo de integrinas, conectores que unen las células, deberían bloquear para cada tipo de cáncer, además de diseñar otras estrategias para bloquear la molécula en la estructura del invadopodio, el precursor de la metástasis.

La metástasis es la principal causa de muerte de los pacientes que sufren cáncer. Para lograr la propagación del tumor, la célula tiene que tener la capacidad de degradar la matriz extracelular que la rodea. El primer paso consiste en la emisión de los invapodios, unas pequeñas protuberancias en la membrana de la célula que degrada e invade el sustrato.

Estas protuberancias tienen un tamaño muy pequeño, aproximadamente una milésima de milímetro, y están constituidos por un haz central de filamentos de actina que contienen proteínas en la membrana encargadas de enviar información a la célula sobre las condiciones externas, y de digerir la matiz extracelular. Precisamente, la integrina 'Beta 3' es una de esas proteínas de membrana.