Desde hace años, los métodos más extendidos para medir el estrés consisten en un cuestionario y un análisis de sangre que proporcionan los datos cuantitativos; pero se requiere de un profesional capacitado que extraiga la sangre, un procedimiento que puede sesgar los resultados del análisis por la ansiedad de ser pinchado.

Este nuevo dispositivo usa un enfoque similar a otro sensor de sudor creado de manera reciente por estos mismos científicos para medir el nivel de ácido úrico en el torrente sanguíneo. Además, es útil para monitorear condiciones como enfermedades cardiovasculares, diabetes o enfermedades renales.

En él, una hoja de plástico se graba con un láser para generar una estructura de grafeno tridimensional con pequeños poros en los que se puede analizar el sudor. Esos poros crean una gran cantidad de superficie en el sensor, lo que hace lo suficientemente sensible como para detectar compuestos que solo están presentes en cantidades muy pequeñas en el sudor. Además, esos minúsculos poros están acoplados a un anticuerpo específicamente sensible al cortisol para detectar fácilmente el compuesto.

Este mecanismo ha sido probado de dos maneras diferentes. En una primera prueba se ha analizado el sudor de un voluntario durante seis días, y en otra, se han evaluado los niveles de cortisol de una persona baja en un ciclo diario.

A pesar de que el sensor puede encontrar muchos usos en las típicas aplicaciones médicas, también sirve para investigar posibles aplicaciones fuera de la Tierra. De hecho, en octubre, la NASA anunció que Wei Gao, el líder del estudio, uno de los seis investigadores seleccionados para participar en estudios sobre la salud de los humanos en misiones al espacio profundo, y que recibirá financiación para desarrollar la tecnología de sensores en un sistema de vigilancia del estrés y la ansiedad de los astronautas como parte del programa.