El plan de Acción establece acciones para reducir la carga de enfermedades crónicas, mejorar la calidad de vida y hacer que la esperanza de vida saludable sea más equitativa.

Para ello, apuestan por el uso de las políticas fiscales y restricciones de comercialización de productos no saludables; y una reformulación de los alimentos donde grasas trans deben ser eliminadas y las grasas saturadas son reemplazadas por grasas insaturadas.

El plan también pone de relieve que los Objetivos de Desarrollo Sostenible requieren centrarse en un conjunto más amplio de factores de riesgo que son determinantes, en particular las dietas poco saludables, la inactividad física, la obesidad y el sobrepeso y añade dos nuevos elementos del plan de acción: la contaminación del aire y detección temprana y tratamiento de la enfermedad.  

Así,  este plan podría comenzar su andadura en la próxima reunión del Comité Regional que se celebra en Copenhague.