Las infecciones más conocidas son las causadas por 'Clostridioides difficile', 'Staphylococcus aureus', resistente a meticilina, y 'Escherichia coli' (E.Coli). Normalmente, estas ocurren durante el tratamiento médico o quirúrgico de pacientes hospitalizados, o al visitar un entorno de atención médica, y representan una amenaza grave para la salud, lo que los convierte en una prioridad clave para el Sistema Nacional de Salud, tal y como han recordado los investigadores y creadores del nuevo mecanismo.

El estudio, realizado por un grupo de científicos del 'University College of London' (Reino Unido), es el primero en mostrar un recubrimiento antimicrobiano activado por luz que mata bacterias en luz ambiental de baja intensidad (300 Lux). Una luminosidad, similar a la que está presente en las salas generales o las salas de espera.

Previamente, revestimientos similares necesitaban de una luz intensa (3.000 Lux), como la que se encuentra en los quirófanos, para activar sus propiedades de destrucción. Mientas que otros recubrimientos mataban de forma eficaz las bacterias, pero solo después de la exposición a la luz ultravioleta; peligrosa para los humanos, o fuentes de luz muy intensas, que no son muy prácticas, según ha señalado el primer autor, Gi Byoung Hwang.

En concreto, el nuevo recubrimiento bactericida está hecho de pequeños grupos de oro químicamente modificados e incrustados en un polímero con cristal violeta, un tinte con propiedades antibacterianas y antifúngicas.

Así, tintes como el violeta cristalino son potenciales candidatos para matar bacterias y mantener las superficies estériles. Ya que se usan de manera amplia para desinfectar heridas. Debido a que, cuando estos tintes se exponen a la luz brillante, crean especies reactivas de oxígeno, y esto a su vez mata a las bacterias al dañar sus membranas protectoras y el ADN.

Asimismo, los investigadores descubrieron que el recubrimiento mata las bacterias al producir peróxido de hidrógeno, un reactivo relativamente suave que se usa en soluciones de limpieza de las lentes de contacto. Funciona atacando químicamente la membrana celular y, por lo tanto, lleva más tiempo trabajar en bacterias con muchas capas de protección.