Hasta el momento, el mayor número de casos se ha registrado en los niños con menos de cuatro años (más de 200 por 100.000 habitantes), seguido de los menores de entre 5 y 14 años (150 por 100.000), el grupo de entre 15 y 64 años (100 por 100.000) y los mayores de 65 (50 por 100.000), uno de los colectivos más concienciados con la vacunación.
A nivel nacional, ya se ha alcanzado la tasa de 105,9 casos de gripe por cada 100.000 habitantes, según los datos del informe del Sistema de Vigilancia de la Gripe elaborado por el Instituto de Salud Carlos III.
Recomendaciones ante la gripe
Ante la previsión de llegar a niveles epidémicos en los próximos días, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha lanzado un decálogo para atender la incidencia del virus:
- La gripe es una infección vírica aguda que se transmite fácilmente y que puede afectar a personas de cualquier edad.
- Los síntomas de la gripe duran normalmente una semana y se caracterizan por la aparición de fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza y garganta, tos seca y mucosidad.
- No requiere de tratamiento antibiótico, puesto que generalmente es una enfermedad autolimitada y de curso benigno.
- Puede causar desestabilización en pacientes con enfermedades crónicas y producir neumonía, enfermedades graves y la muerte, en las poblaciones de alto riesgo.
- Es importante acudir al médico en casos graves o en pacientes con elevado riesgo elevado de complicaciones para que se inicie un tratamiento cuanto antes.
- La gripe se transmite cuando se inspiran gotitas respiratorias producidas por la tos, estornudos o al hablar. También se puede transmitir a través de manos contaminadas o al tocarse la boca o nariz después del contacto con superficies u objetos con presencia del virus.
- La mayoría de personas pueden infectar a otras desde un día antes a la aparición de los síntomas y hasta 5 a 7 días después del inicio de estos.
- Se recomienda prevenir el contagio evitando el contacto con personas contagiadas. Por lo que, las personas con gripe deberían permanecer en su domicilio durante la enfermedad, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo cuando se tosa o estornude, y lavarse las manos con frecuencia con agua jabón o con una solución alcohólica.
- La vacunación es la forma más eficaz de prevenir la infección, y se recomienda sobre todo a los grupos con mayor riesgo de presentar complicaciones: personas con más de seis meses de enfermedad crónica, con obesidad mórbida, con algún tipo de inmunodeficiencia, mayores de 65 años y embarazadas.
- Los profesionales sanitarios que trabajan con estos pacientes y los familiares deben también vacunarse.