Un grupo de células en los pulmones de exfumadores podría explicar por qué dejar de fumar reduce el riesgo de desarrollar cáncer en este órgano, como adelanta un nuevo estudio desarrollado en el Instituto Wellcome Sanger y en la University College de Londres (Reino Unido).

Las células epiteliales bronquiales de exfumadores tienen niveles de mutaciones similares a los que se han encontrado en las células de los no fumadores. De tal modo que, en comparación con los usuarios actuales, las personas que han dejado este hábito tienen células pulmonares genéticamente sanas. Así, estos resultados demuestran los beneficios de abandonar el tabaco por completo a cualquier edad, puesto que provoca la regeneración parcial del tejido pulmonar por células que no han sido dañadas ante su exposición.

Para entender los efectos celulares que tiene dejar de fumar, el grupo de profesionales estudiaron a cuatro grupos de personas diferenciados: niños, no fumadores, exfumadores y fumadores actuales.

El análisis, que forma parte del proyecto 'Mutographs of Cancer' que detecta las mutaciones de ADN para entender mejor las causas del cáncer y descubrir aquellas de las que aún no somos conscientes, es el primero que verifica que el pulmón es capaz de repararse a sí mismo del daño genético causado.

Gracias a esta investigación, se ha descubierto que los exfumadores tienen hasta cuatro veces más células sanas que las personas que todavía fuman, lo que representa entre el 20 y 40% del total de sus células pulmonares.

El grupo de científicos ha querido dejar claro que fumar daña el ADN y aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, tanto, que alrededor del 72% de los 47.000 casos anuales de este tipo de tumor registrados en Reino Unido son causados por el tabaco.

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