Un grupo de científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), el Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), la Universitat de Barcelona (UB) y el Hospital de Bellvitge han sido los encargados de desarrollar esta investigación. Además, han contado con la participación del Centro Fleni de Buenos Aires (Argentina) y del Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned).

Para el análisis, el equipo se centró en un grupo de hijos de pacientes con Alzheimer de inicio tardío, con la intención de hallar marcadores de riesgo del desarrollo de la enfermedad.

Tras la investigación, encontraron que estos individuos habían mostrado un peor rendimiento en test de memoria en comparación con aquellos que no tenían historial familiar. Este hecho se asocia con el funcionamiento de un circuito neuronal que conecta una región del tronco encefálico con el cerebro, una estructura que además de tener el control del equilibrio y de otras conductas motoras, se ha relacionado con la capacidad de recordar a largo plazo.

De esta forma, y tras demostrar estos resultados, el estudio abre la puerta a otras investigaciones en las que sería de interés determinar de qué forma la adopción de hábitos saludables podría modular la actividad de este circuito cerebral.

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