Desde el comienzo de la invasión rusa a Ucrania, la comunidad internacional ha mostrado su apoyo al pueblo ucraniano y ha condenado los ataques de Rusia con sanciones económicas y la suspensión de numerosos acuerdos y colaboraciones científicas internacionales.

Por su parte, muchos académicos e intelectuales rusos han hecho público su desacuerdo con las acciones llevadas por Putin. En este contexto, cinco científicos occidentales, liderados por el profesor John Holdren de la Universidad de Harvard (EEUU), piden en una misiva que no se abandone a los científicos rusos.

En el escrito, publicado en la revista Science, se congratulan del apoyo de Occidente a los investigadores ucranianos, pero instan a los responsables políticos y a las comunidades científicas que eviten el rechazo a todos los científicos rusos por las acciones de su gobierno.

Para estos investigadores, cortar los lazos con la ciencia rusa es un erro porque podría poner en peligro a los científicos rusos que trabajan en todo el mundo y dentro de Rusia en problemas globales como el cambio climático o la seguridad alimentaria.

El texto defiende una valoración objetiva de los científicos e instituciones académicas rusas que sopese las consecuencias de cualquier medida sancionadora.

Con esta carta, los investigadores occidentales también quieren abrir un debate sobre la respuesta de la comunidad científica hasta el momento.

Muchos académicos y estudiantes rusos viven y trabajan en Occidente y miles de ellos han criticado al gobierno ruso en medios de comunicación o han firmado declaraciones conjuntas en las que denuncian la invasión rusa, con el riesgo que supone de ser perseguidos o castigados por el Régimen de Putin.

Los firmantes de esta carta piden que se proteja a estas personas con medidas como la prórroga de los visados de los científicos y estudiantes rusos que se encuentran ahora en Occidente, así como dar asilo o poner en marcha planes que protejan a los que pueden ser perseguidos por su oposición a la guerra.