Antes de que se descubrieran las primeras mutaciones en oncogenes del cáncer humano a principios de los 80, en la década de 1970 se aportaron los primeros datos que sugerían alteraciones del material genético en los tumores.

En concreto, en 1975 se publicó un artículo en el que se explica la existencia de una alteración específica de la célula transformada: a un ARN de transferencia, que se encarga de llevar un aminoácido para construir las proteínas, le falta una pieza, el nucleótido 'Y'.

Desde ese momento, han existido numerosos trabajos bioquímicos para caracterizar las enzimas implicadas en los diferentes pasos que llevan al nucleótido 'Y', una guanina hipermodificada, pero sin conectar esta caracterización con su defecto en la biología tumoral.

Por lo que, el nuevo trabajo es innovador al demostrar que el silenciamiento epigenético del gen TYW2 es la causa de la pérdida del nucleótico 'Y'.

Este bloqueo epigénico de TYW2 ocurre principalmente en el cáncer de colon, estómago y útero; y tiene consecuencias indeseables para una célula sana, ya que el ARN que envía la señal para producir las proteínas de nuestro cuerpo, empieza a acumular errores y la célula adquiere un aspecto distinto que llamamos mesequimal, la cual tiene relación con la apariencia de metástasis.