Francisco Javier Aspa, miembro de la SEPAR, en su ponencia 'Cáncer de pulmón estadio I: decisiones diagnósticas y terapéuticas' ha señalado que, por el tipo de tejido que forma los tumores de pulmón, estos se dividen en cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) y el cáncer de pulmón no de células pequeñas (NCPCP) que actualmente representa alrededor del 85% de los cánceres pulmonares y que engloba diversos tipos como el adenocarcinoma.

"Pero el fruto del esfuerzo clínico por efectuar un diagnóstico más temprano en pacientes asintomáticos, además de los estudios poblaciones de cribado y, dadas las actuales pirámides demográficas, cada vez es más frecuente la detección de nódulos pulmonares solitarios (NPS), de alrededor de un centímetro de diámetro en pacientes frágiles y pluripatológicos", ha especificado el experto.

Por otro lado, el manejo estándar actual de los NPS incluye el cálculo de probabilidad de malignidad de la lesión, la valoración del riesgo quirúrgico, la realización de un PET TAC y la toma de muestras histológicas o citológicas.

Tras estas pruebas, en los pacientes que no desestiman para cirugía, con nódulos entre ocho y treinta milímetros, si este cálculo de probabilidad de malignidad es inferior al 5%, se opta por la vigilancia radiológica. Y en pacientes con riesgo intermedio o alto de malignidad, se recomienda realizar un PET-TAC. Cuando los valores de captación del contraste en la prueba del PET-TAC es baja, se opta por la vigilancia radiológica y, si la captación es moderada o intensa, se indica una biopsia no quirúrgica o la resección del nódulo.

Esta estrategia "no está exenta de problemas. En primer lugar, porque puede haber una deficiente capacidad predictiva de los cálculos de malignidad, puesto que, estudios recientes refieren falsos positivos y negativos, con una especifidad de tan solo el 52%", ha explicado.

En segundo lugar, "por el perfil del paciente valorado en las consultas por NPS, ya que la evolución demográfica en los países occidentales, conlleva un aumento de pacientes más ancianos y con más comorbilidades, lo que dificulta la realización de un estudio completo y satisfactorio".

Y en tercer lugar, "por el tamaño reducido de los nódulos detectados, puesto que los procedimientos de obtención de diagnóstico histológico y/o citológico, mediante punción transtorácica o fibrobroncoscopia, son mucho menos útiles en NPS mayor de 20 mm, y en cuarto lugar, porque, en este sentido, el PET-TAC está frecuentemente en el límite de sensibilidad de la prueba", ha señalado finalmente.