En concreto, el análisis ha observado una reducción de la ansiedad y la depresión en los que dejan de fumar, al mismo nivel que los pacientes que toman antidepresivos. Esta investigación, publicada en 'Cochrane Librarye, ve poco probable que las relaciones sociales de las personas que dejan de fumar se vean afectadas.
Así, el tabaco es perjudicial en todos los aspectos. A nivel mundial, el tabaquismo es la causa principal de enfermedad y muerte prevenibles. Una de cada dos personas que fuman morirá por una enfermedad relacionada con este hábito a menos que lo dejen.
El trabajo, que resume la evidencia de 102 estudios observacionales a 170.000 personas, encontró que las personas que dejaron de fumar durante al menos 6 semanas experimentaron menos depresión, ansiedad y estrés que las personas que continuaron fumando. Además, los exfumadores experimentaron sentimientos más positivos y un bienestar psicológico mejor.
Dejar de fumar no tuvo un impacto en la calidad de las relaciones sociales y, además, vieron que dejar este hábito podría incluso estar relacionado con una mejora del bienestar social.
Esta nueva investigación se produce cuando Public Health England (PHE) también publica datos que muestran que los fumadores tienen un bienestar mental más deficiente que los no fumadores.