El precúneo, una región del cerebro encargada de la consciencia de uno mismo, la percepción corporal, la memoria autobiográfica y la construcción de la identidad, adopta su forma definitiva muy pronto, y su variabilidad individual ya se aprecia desde el nacimiento, por lo que estaría asociada a factores genéticos y del desarrollo prenatal.
"Situado entre los dos hemisferios cerebrales, el precúneo es una región clave para procesos complejos como la imaginación, la consciencia y la construcción del yo. la parte superior integra información somática y visual para situar al cuerpo en un marco espacial, mientras que la inferior conecta esta información con la memoria episódica", ha explicado Emiliano Bruner, primer autor del estudio.
El trabajo, publicado en 'Cerebral Cortex', ha analizado por primera vez el desarrollo de esta región del cerebro desde el nacimiento hasta la edad adulta. Según apunta la investigación, las regiones inferior y superior de esta pieza central de la red cerebral crecen de manera independiente, tienen funciones y cableado diferentes, por lo que no deberían estudiarse en conjunto, como se suele hacer en la actualidad.
Para este trabajo, los investigadores sometieron a pruebas de resonancia magnética y análisis morfométricos a 220 personas, desde recién nacidos hasta adultos jóvenes, con el fin de seguir la evolución del percúneo. Así, observaron que la definición de este área se producía antes que otras, que maduran durante la infancia y la adolescencia.
Cada persona nace con un precúneo que ya se asemeja a las proporciones adultas, lo cual podría influir en aspectos tan esenciales como la conciencia corporal o la memoria autobiográfica, aunque todavía no se sabe cómo se traduce en diferencias cognitivas. "Podríamos decir que venimos al mundo con un precúneo prácticamente completo, es decir, las cartas anatómicas están echadas antes de nacer, aunque eso no excluye que luego sus funciones se puedan desarrollar o entrenar", ha insistido Bruner.