Una de las últimas investigaciones en torno al Alzheimer ha demostrado que la clave para descubrir si una persona va a desarrollar esta enfermedad se encontraría en su sangre. Por lo tanto, como aseguran los autores de este estudio, un simple análisis de sangre bastaría para comenzar a llevar a cabo medidas de prevención.

Durante los últimos años, y a través de una muestra de más de 1.100 pacientes con algún tipo de deterioro cognitivo, y 400 personas sanas, se ha estudiado la presencia en sangre de una serie de sustancias que, en grandes cantidades, supondrían la futura aparición de Alzheimer.

La Proteína Ligera de Neurofilamentos (NFL) es una sustancia que termina en la sangre después de atravesar el fluido cerebroespinal. Un proceso que resulta del dañado o muerte de células cerebrales. Hasta ahora, esto se había usado para explicar la posibilidad de desarrollar distintos tipos de deterioros cognitivos, que podían terminar derivando en enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, esclerosis múltiple o Parkinson.

Para conseguir un diagnóstico de los niveles de NFL, los métodos pasaban por punciones lumbares o resonancias magnéticas. Estos procedimientos, como detallaban los responsables de la investigación, “son complicados, llevan tiempo y son costosos.” No obstante, “detectar la NFL a través de la sangre es mucho más barato y sencillo para el paciente”, reconocían los investigadores.

Los resultados del estudio prueban que a través de análisis de sangre podrían abrirse dos nuevos frentes contra el Alzheimer y otras enfermedades similares. Por una parte, pueden medirse los niveles de NFL, cuyo aumento continuado estaría relacionado de forma directa con este padecimiento, así como con el daño cerebral continuado. Por otra, la facilidad de este tipo de análisis permite demostrar la efectividad, o falta de ella, de los medicamentos recetados contra el Alzheimer; ya que estos podrían ser los responsables del crecimiento de la NFL en sangre.