Las altas temperaturas pueden ocasionar un problema para la salud de muchas personas, y esto se ve incrementado con la aparición de las olas de calor veraniegas, cada vez más frecuentes en esta estación.

La doctora María del Campo Giménez, especialista en Medicina en Familia y Comunitaria y miembro del Grupo de Educación Sanitaria y de Promoción de la Salud del PAPPS de semFyc (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria), explica que la temperatura corporal puede verse afectada por un exceso de calor.

Anualmente fallecen en torno a 1.300 personas debido a las altas temperaturas, según un estudio del Instituto de Salud Carlos III. La doctora explica que esto sucede porque el cuerpo produce sudor con el fin de regular la temperatura, pero en ocasiones no lo consigue y la temperatura corporal aumenta, pudiendo dañar nuestra salud.

Para evitar que esto suceda, la especialista destaca que debemos prestar atención a los principales síntomas, tales como la aparición del dolor de cabeza, las náuseas o vómitos, el mareo o malestar, la sensación de calambres, la sudoración excesiva o el enrojecimiento de la piel.

La doctora afirma que, ante estas situaciones, lo más recomendable es parar, beber agua, refrescarse y descansar en algún lugar fresco. Si los síntomas persisten o no hay mejoría, lo indicado es acercarse al centro de salud más cercano o llamar al 112.

“En caso de que aparezcan síntomas como elevación de temperatura corporal, dolor de cabeza intenso, fatiga o pérdida de conciencia, puede que estemos ante una persona que esté sufriendo un golpe de calor, por lo que debe pedir ayuda inmediatamente”, advierte.

A pesar de que todo el mundo puede sufrir los peligros del calor, hay determinadas personas que son especialmente sensibles a ellos. Por este motivo es importante autocuidarse, realizar pruebas de prevención y detectar los síntomas a tiempo.

Las personas especialmente vulnerables, según la doctora, son las mayores de 65 años con enfermedades crónicas o los menores de 4 años. Afortunadamente, la especialista afirma que el golpe de calor es una circunstancia grave, pero que resulta poco frecuente.

La doctora María del Campo ofrece una serie de consejos para combatir el calor que debemos seguir durante el verano:

  • En las horas centrales del día, evite salir de casa o realizar actividades de esfuerzo físico.
  • Alterne el sol con la sombra y la hidratación si tuviera que exponerse a él por motivos laborales.
  • Use ropa transpirable, gafas de sol con filtros homologados, sombreros y gorras frente a radiaciones ultravioletas y protectores solares.
  • Tome fruta y verdura y evite comidas calientes.
  • Beba agua con frecuencia.
  • Mantenga fresca su bebida, así como su casa, cerrando persianas y cortinas, pero ábralas por la noche para ventilar.
  • Apague la luz o los aparatos eléctricos cuando sea posible.
  • No deje a personas en el interior del coche con las ventanillas cerradas cuando esté estacionado.
  • Refrésquese cada vez que sea necesario.
La doctora también recuerda a aquellas personas que utilicen tratamientos farmacológicos que los mantengan en un lugar fresco y que tengan identificados a aquellos que resulten fotosensibilizantes. Estos se reconocen por un símbolo en la caja del medicamento con forma de triángulo con un sol parcialmente tapado por una nube.