Los resultados, publicados este viernes en la revista 'Neurology', "son muy interesantes", dice el investigador principal del estudio, R. Scott Turner, director del Programa de Trastornos de la Memoria en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown, en Washington, Estados Unidos. 

Pero, este experto también advierte que los resultados no se pueden utilizar para recomendar el resveratrol, ya que se trata de un único estudio pequeño, con resultados que requieren de mayor investigación para interpretarlos adecuadamente y que den el resultado esperado.

Uno de los pacientes, que han participado en este ensayo, John Bozza, de 80 años,fue diagnosticado con deterioro cognitivo leve y sólo un año después, su estado avanzó a Alzheimer leve.

Los investigadores estudiaron el uso del resveratrol para intentar frenar esta enfermedad, ya que activa las proteínas llamadas sirtuinas, las mismas proteínas activadas por la restricción calórica. 

El mayor factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer es el envejecimiento y los estudios con animales han detectado que la mayoría de las enfermedades relacionadas con la edad, incluyendo el Alzheimer, pueden prevenirse o retrasarse por la restricción calórica a largo plazo (consumir dos tercios de la ingesta calórica normal).

Turner también ha explicado que el resveratrol fue seguro y bien tolerado, siendo los efectos secundarios más comunes experimentados por los participantes gastrointestinales, como náuseas y diarrea.

Además, los pacientes que tomaron resveratrol experimentaron pérdida de peso, mientras que los tratados con placebo aumentaron en peso.