El estudio llevado a cabo ha encontrado una relación entre los niveles más altos de un tipo específico de partículas de contaminación del aire en las principales zonas urbanas y un aumento de las hospitalizaciones relacionadas con enfermedades cardiovasculares, como ataques al corazón, en personas a partir de los 65 años años. 

Estas macropartículas quedan suspendidas en el aire como desechos de la agricultura, de la construcción o incluso arrastradas por los vientos que provienen de los desiertos, tienen un fuerte impacto en la salud pública.

"Hemos sospechado que existía una asociación entre las partículas gruesas y los problemas que afectaban cardiópatamente a la gente, pero hasta ahora no teníamos una investigación que respaldara nuestras dudas”, ha explicado el líder del estudio, el doctor Roger D. Peng, PhD y profesor asociado de bioestadística en la Escuela Bloomberg. 

"Este trabajo nos proporciona la evidencia de que estábamos en lo correcto, al menos para los resultados de las enfermedades cardiovasculares. No creo que necesitemos otro estudio para convencernos. Ahora es el momento de actuar."

Para el mencionado estudio, que se realizó a nivel nacional, Peng y su equipo, recabaron los datos de una red de monitoreo creado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (la EPA) en 110 grandes condados urbanos en los Estados Unidos y los vincularon a los datos de Medicare sobre las hospitalizaciones en esas mismas áreas. 

Para ello, lo llevaron a cabo entre 1999 y 2010 y personas mayores de 65 años.  Los investigadores encontraron que los días en que los niveles de partículas gruesas fueron mayores, las hospitalizaciones cardiovasculares también fueron más altas y no encontraron una correlación el resto de los días.

También compararon los datos de las enfermedades respiratorias, pero no hallaron indicios de relación, entre los altos niveles de partículas gruesas y las hospitalizaciones por esas enfermedades.