El estudio muestra que la actual prevalencia de anticuerpos frente al VHC y la prevalencia de infección activa por VHC en España en estos pacientes es de 37,7% y 22,1%, respectivamente, cifras significativamente inferiores a las de 2002 (60,8% y 54%) y 2009 (50,2% y 34,4%).

Asimismo, y al contrario de lo que ocurre en la mayoría de países del norte y oeste de Europa, el estudio ha demostrado la infección por VHC adquirida a través de relaciones sexuales entre hombres que tienen sexo con otros hombres contribuye poco a la carga actual de la coinfección VIH/VHC en España (con la excepción de Madrid y Barcelona), siendo la adquisición de la infección por consumo de drogas inyectables la principal vía de transmisión, tal y como ocurre de forma generalizada en el sur y este de Europa.

Además, muestra que, aunque la mayoría de los pacientes con infección activa tienen una fibrosis hepática nula o leve, una proporción importante tiene cirrosis hepática; mientras que la cirrosis es también común en pacientes que han logrado erradicar el VHC con el tratamiento anti-VHC, por lo que estos pacientes deben ser seguidos de cerca en las consultas.

De los pacientes con infección activa por VHC, el 17,6% habían recibido tratamientos anti-VHC con anterioridad (mayoritariamente basados en interferón pegilado y ribavirina), y el 24,4 por ciento estaban recibiendo tratamientos anti-VHC en el momento de llevarse a cabo el estudio (mayoritariamente basados en pautas orales libres de interferón).    

"Si consideramos que la mayoría de estos últimos pacientes habrán logrado respuesta viral sostenida, la proporción de infección activa por VHC a día de hoy podría situarse en una cifra cercana al 18%", afirman.