La creación de una vacuna con un virus vivo debilitado, similar al que se utiliza para prevenir el sarampión, las paperas y la rubéola, requiere un delicado equilibrio: el virus debe ser lo suficientemente débil como para no hacer enfermar pero lo suficientemente fuerte como para inducir una respuesta del sistema inmune del cuerpo.

Los investigadores explican que han utilizado maquinaria propia del virus para crear una vacuna que pueda proteger a los niños pequeños de la enfermedad por VRS.
Esta prometedora vacuna, llamada MEDI M2-2, está hecha de una versión modificada genéticamente del virus a la que le falta el gen para la proteína M2-2 que actúa como un interruptor.

Cuando se elimina M2-2, el virus produce más proteínas virales que desencadenan respuestas inmunes pero menos del virus infeccioso que hace que la gente enferme.